Poco después 
del asesinato de dos israelíes, perpetrado la tarde del miércoles 24 de 
julio, el gobierno de la Ciudad de México se apresuró a decir que se 
trataba de un crimen pasional. Era la versión políticamente correcta, 
porque le evitaba una confrontación con el primer ministro israelí, 
Benjamín Netanyahu.
Sin embargo, 
tal simplismo provocó un alud de críticas en redes sociales. Y en tanto 
que Claudia Sheinbaum mantenía una extraña reserva, en Israel comenzaba a
 hablarse de que la doble ejecución había sido ordenada desde territorio
 judío por alguna organización de la mafia israelí.
Los dos 
hombres asesinados a balazos en Plaza Artz Pedregal fueron identificados
 como Azulay Alon y Benjamín Yeshurun Sutchi. La embajada de Israel en 
México, a través de un comunicado de prensa, señaló que ambos contaban 
con antecedentes criminales. Esto echó por tierra la versión del «crimen
 pasional» y exhibió el disgusto mayúsculo de Netanyahu con Sheinbaum.
Un elemento de análisis muy importante es la capacitación que el Mossad dio alguna vez a Benjamín Yeshurun Sutchi.
Este dato lo 
confirmó ex subsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, 
Gabriel Regino, al periódico Milenio, un día después del atentado en 
Plaza Artz. Regino detuvo a Sutchi en 2005 en un operativo en el que 
participaron 600 elementos policíacos. 
El vínculo mafia israelí-Mossad debe tenerse muy presente.
Por otro lado,
 llama la atención que la cobertura mediática del doble homicidio restó 
importancia a la ex tradición de otro delincuente israelí, Erez 
Akrishevsky.
Arishevsky
 huyó de Israel en 2001, junto con Sutchi. Las autoridades mexicanas lo 
detuvieron el 23 de julio en Cancún, Quintana Roo, y lo devolvieron a su
 país ¡fast track!
Esto, prende 
las luces de alerta. ¿Será que Akrishevsky sólo dio a conocer a mafiosos
 israelíes dónde y a qué hora comerían Alon y Sutchi en la Plaza Artz 
Pedregal de la Ciudad de México para que los mataran? ¿Y que ocultó esta
 información a las autoridades mexicanas?
No dudamos de 
que los grupos criminales israelíes estén matándose entre sí, incluso en
 territorio mexicano. Lo que sí nos parece sospechoso es que ni el 
Mossad ni las autoridades mexicanas hayan sido capaces de obtener de 
Akrishevsky la información del atentado que se preparaba.
Planteemos dos hipótesis:
1. Que el Mossad haya dejado escapar la información del atentado en ciernes.
2. Que el Mossad sí haya prevenido a las autoridades mexicanas y la 
información se haya detenido en algún eslabón federal o local.
Si el Mossad 
falló con todo y la imagen que se ha construido de ser la mejor agencia
 de espionaje y contra espionaje del mundo pudo haber sido por dos 
factores:
a) 
Ineficiencia de su oficina en México. Cabe la probabilidad de que a sus 
agentes les haya faltado inteligencia para detectar lo que se avecinaba.
b) Traición a su gobierno. El Mossad está dividido. Una facción es leal 
al primer ministro Benjamín Netanyahu y la otra, al globalismo 
representado por el ex primer ministro y ex ministro de Defensa, Ehud 
Barack, rival de Bibi. (Ehud Barack cuenta con el respaldo del 
sionismo globalizador promovido por la banca Rothschild y el especulador
 George Soros).
Si la falla se atribuye al Estado mexicano, las hipótesis se reducen a dos:
a) Que el 
Mossad le haya proporcionado la información y ésta se haya atorado por
 negligencia involuntaria en alguna parte del proceso.
b) Que el Mossad le haya proporcionado la información y ésta se haya atorado por negligencia premeditada en alguna parte del proceso.
La
 primera, referida a una falla humana, debe ser tomada en cuenta. Sería 
muy grave porque evidenciaría la falta de profesionalismo del personal 
mexicano destinado a la inteligencia y la contrainteligencia.
La segunda, 
nos remitiría a una complicidad del gobierno federal (encabezado por 
López Obrador), del gobierno de la Ciudad de México (a cargo de Claudia 
Sheinbaum) o de ambos. Exploremos los tres escenarios:
⦁ Que el 
gobierno de López Obrador haya tolerado el asesinato de los dos 
israelíes con el fin de congraciarse con el globalismo de Rothschild y 
Soros que está detrás del acoso migrante contra Trump.
⦁ Que el gobierno de Claudia Sheinbaum haya decidido apostar por el 
apoyo del clan Rothschild-Soros para sus aspiraciones presidenciales del
 2024 (con base en la probabilidad de que Ehud Barack arrebate el poder a
 Netanyahu, y de que el globalismo saque a Trump de la Casa Blanca).
⦁ Que tanto López Obrador como Claudia Sheinbaum quieran quedar bien con
 los dos diablos: los sionistas racistas y religiosos de 
Netanyahu-Trump, y los sionistas globalizadores de Rothschild-Soros-Ehud
 Barack-Obama-Clinton.
Los tres 
escenarios son igualmente perjudiciales para la soberanía nacional y la 
seguridad interior y la seguridad pública de México.
La verdad histórica de Netanyahu
Una cosa nos 
queda muy clara: para el gobierno israelí, encabezado todavía por el 
primer ministro Benjamín Netanyahu, la verdad histórica es que Alon y 
Sutchi fueron asesinados en México por encargo de un grupo criminal 
israelí antagónico a ellos.
La versión del crimen pasional resultaba contraria al interés de Netanyahu, quien 
gusta de presentarse como omnipotente y todopoderoso.
Aceptar la 
explicación de los celos y las infidelidades equivalía a dejar sin 
respuesta el golpe que le propinaron los Rothschild-Soros-Barack, o sea,
 a aceptar una derrota parcial en la encarnizada guerra por el poder que
 llevan a cabo ambas facciones.
El Mossad en México
El atentado en Plaza Artz tuvo como antecedente otro crimen, ejecutado en la ciudad mexicana de San Luis Potosí.
El ciudadano israelí, Ronen Dahan, de ocupación disc jockey,
 fue asesinado por un grupo armado el 29 de junio pasado cuando 
amenizaba una fiesta en la ciudad potosina. Pero vayámonos más atrás…
En el 2005 cuando Gabriel Regino capturó a Benjamín Yeshurum Sutchi, otro 
presunto agente del Mossad operaba en México, cobijado por el gobierno 
de Vicente Fox Quesada. Su nombre, Eduardo Cuauhtémoc Margolis Sobol, 
era pronunciado con reverencia en los altos círculos de la política, de 
la economía, de la seguridad y… ¡de la delincuencia organizada!
Cuando el 
escándalo de Florence Cassez le estalló al entonces 
encargado de la Agencia Federal de Investigaciones, Genaro García Luna, 
se pudo dimensionar el grado de influencia de Margolis en la vida del 
país. Homero Campa y Jorge Carrasco lo explicaron así, en 2012, en la 
revista mexicana Proceso:
Margolis habría tenido vínculos directos
 o indirectos con las partes implicadas en este caso: con Florence 
Cassez, de cuyo hermano, Sebastien, fue socio; con Israel Vallarta, 
ex novio de Florence y presunto jefe de la banda de secuestradores Los 
Zodiaco; con Cristina Valladares, una de las víctimas de secuestro, y 
con funcionarios de la Agencia Federal de Investigación (AFI), cuyo 
titular en 2005 era Genaro García Luna hoy preso en EUA.  
Sobre el 
oscuro accionar del Mossad en México se puede mencionar, también, que 
dos hombres israelíes fueron detenidos en el Palacio Legislativo de San 
Lázaro el 10 de octubre de 2001, en posesión de armamento de alto poder.
Se hicieron 
pasar por fotógrafos de prensa, pero en sus maletas llevaban pistolas de
 9 milímetros, granadas, nueve contenedores de explosivos, tres 
detonadores y 58 balas.
Se supo que 
uno de ellos se identificó como coronel de las Fuerzas de Defensa de 
Israel (el ejército del país hebreo) y como elemento del Mossad.
Trascendió
 que su objetivo era dinamitar la sede del congreso Mexicano el 11 de 
octubre de aquel 2001 un mes después de los atentados contra las Torres
 Gemelas y el Pentágono para que se culpara a los terroristas de 
Al-Qaeda (que, dicho sea de paso, estaban al servicio de los halcones de
 Washington, Nueva York y Londres).
Ambos 
terroristas fueron liberados debido a la intensa presión que ejerció el 
entonces secretario de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda Gutman 
(vinculado ideológicamente a George Soros, a Enrique Krauze y a 
Alejandro Frank Hoeflich, operador ambivalente del sionismo en la UNAM y
 personaje muy cercano a la actual jefa de gobierno de la Ciudad de 
México, Claudia Sheinbaum).
A partir de 
los citados antecedentes y con base en la más rigurosa lógica se puede 
inferir que el Mossad interfiere de manera preocupante en la vida de 
México.
El analista Mexicano Alfredo Jalife-Rahme explicó a la página de El Horizonte que el asesinato de los dos israelíes se debió a un conflicto entre cárteles y entre poderes internacionales.
Los cárteles Israelíes, expuso Jalife, operan en México desde hace veinte años, con 
el apoyo del Mossad y de las empresas de comunicación que controlan 
personajes como Enrique Krauze Kleinbort y Jorge Castañeda Gutman. 
De Castañeda 
Gutman vale apuntar que formó parte del Consejo de Administración del 
hoy quebrado Banco Stanford, que lavaba dinero del Cártel del Golfo. 
Téngase en cuenta que uno de los ejes del proyecto de sociedad abierta
 de Soros es el del narcotráfico y el lavado de dinero.
En la 
actualidad, Castañeda Gutman es de los promotores más entusiastas de la 
segunda fase de la política de drogas de Soros: la despenalización del 
consumo de estos venenos y la capitalización de las terapias de control 
(que no de rehabilitación) y de los medicamentos recetados a las 
personas adictas.
Jalife agregó en la entrevista a El Horizonte
 que los cárteles Israelíes están enquistados en México porque 
aprovechan su cercanía con los bancos estadounidenses para lavar dinero.
Dijo,
 además, que las organizaciones criminales Israelíes tienen también móviles políticos. Unos cárteles están con el sionismo racista y 
religioso de Benjamín Netanyahu y otros, con el sionismo globalizador de
 la banca Rothschild, de George Soros y de Ehud Barack.
México, campo de batalla de fuerzas internacionales
El choque de 
mafias israelíes en México tiene que ver con la lucha por el poder en 
Israel. Netanyahu quiere conservar el mando y Rothschild y Soros se lo 
quieren arrebatar para entregárselo a Ehud Barack.
Válido es 
preguntar por qué tiñen de rojo el suelo Mexicano con sus disputas. 
Porque Rothschild y Soros saben que desestabilizando a México golpean a 
Trump, el principal protegido de Netanyahu.
No se pierda 
de vista que Trump sacó de la Casa Blanca a los operadores de Rothschild
 y Soros en Estados Unidos: Barack Obama y los Clinton (por citar a los 
más visibles). Sobre este particular, se publico el 27 de noviembre de 
2018 ocho meses antes del asesinato de los dos Israelíes en la Ciudad 
de México un artículo titulado Las tenazas del sionismo se disponen a 
estrangular a México, este articulo trae como conclusión lo siguiente:
Es un hecho que el presidente electo de México, Andrés Manuel López 
Obrador, cuenta con un proyecto económico que pretende beneficiar a la 
mayoría de la población, a la mayoría que ha sido golpeada por una 
economía neoliberal salvaje. Esta visión económica le ayudó a superar 
los 30 millones de votos en la elección del pasado 1 de julio.
Sin embargo, este programa económico-social es eclipsado por la 
plataforma sorosiana de autorizar la práctica indiscriminada del aborto,
 de la imposición (con todo el rigor persecutorio) de la ideología de 
género y de la legalización del consumo de drogas. Soros tiene en Olga 
Sánchez Cordero, designada para la Secretaría de Gobernación, a su 
principal operadora.
López Obrador tiene el deber de proteger a México del sionismo 
derechista de Netanyahu y del sionismo de izquierda de Soros. La esencia
 sionista es la misma. Lo único que cambia es el enfoque para su 
aplicación.
El de Netanyahu es invasivo, guerrerista, terrorista, persecutor, discriminador, violador de la dignidad humana.
El de Soros funciona a base de la infiltración, es decir, del 
debilitamiento interno. En lugar de la guerra abierta, atiza la lucha de
 clases, el rencor social y la degradación humana.
En el fondo, estas dos concepciones coinciden en algo: en que 
pretenden el sometimiento de los demás pueblos de la tierra. Usted puede
 comprobarlo: ambos, son enemigas de la identidad nacional  y de la 
autoridad legítima de cada pueblo.
El deber de López Obrador, a partir del 1 de diciembre de 2018, será 
el de preservar a México de estos dos peligros. Deberá ser independiente
 de Netanyahu y de Soros. Su único “amo”, ha sido, y sera el pueblo de 
México.
Si AMLO no mete en cintura a Sánchez Cordero, ésta provocará que la 
desintegración de América Central se expanda a México. Entonces, Trump 
aplicará con mayor facilidad el cierre de fronteras y el levantamiento 
del muro. Soros por su parte provocará un infierno inédito, con base 
en grupos delincuenciales como la mara salvatrucha y los mini cárteles 
de la droga, del secuestro, de la trata de personas, del turismo sexual 
infantil, etcétera.
En este escenario, la nación Mexicana será estrangulada por dos 
verdugos sionistas: el de derecha, Netanyahu, y el de izquierda, Soros.
El aviso a López Obrador se le da a tiempo. Veremos de qué está hecho y quién es su verdadero amo.
El presidente Mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se tuvo que plegar a Trump 
convirtiendo a México, en los hechos, en un tercer país seguro, con el 
fin de mantenerse en el poder. Las fuerzas militares y de seguridad Mexicanas están haciendo el trabajo sucio a Trump, quien abomina de los 
migrantes indocumentados.
Al 
subordinarse a Trump, López Obrador se puso en contra de Rothschild y 
Soros, quienes utilizan a los migrantes indocumentados como carne de 
cañón en su lucha por derrocar a Trump.
Lo que llama 
la atención es que la jefa de gobierno de la Ciudad de México, becada 
alguna vez por el clan Rockefeller (ligado al sionismo racista y 
religioso), trató de minimizar el asesinato de los dos israelíes, 
afirmando que había tenido un móvil pasional. Con eso, evidenció su 
proclividad hacia Rothschild y Soros.
Según
 sus cálculos, Sheinbaum tendrá seguramente otros datos ellos la 
catapultarán a la Presidencia de México en 2024. Sabe que ya está vetada
 por Netanyahu y Trump. ¿Será que los ve virtualmente fuera de los 
gobiernos de Israel y de Estados Unidos?
Claudia 
Sheinbaum apuesta, además, a los fuertes apoyos del sionismo 
inmobiliario instalado en México. Baste decir que es aliada de Elvira 
Daniel Kabbaz Zaga, figura prominente del consorcio Danhos, que se ha 
enriquecido gracias a los favores de los gobiernos de izquierda en la 
Ciudad de México.
Podemos decir,
 finalmente, que los conflictos entre los cárteles Israelíes 
incrementarán la violencia en México, que alcanzó niveles sin 
precedentes en el primer semestre de 2019.
Los cárteles Mexicanos aliados a las organizaciones criminales Israelíes replicarán 
la guerra entre éstas. Y en lo político, el naciente régimen de López 
Obrador seguirá fracturándose. El activismo de Sheinbaum catalizará ese 
proceso.