Argentina
después de años ininterrumpidos de un apreciable crecimiento económico, aunque
con alta inflación, se encuentra prácticamente en estancamiento económico,
déficit público primario y cerca del déficit por cuenta
corriente.
Con
cifras que serían la envidia de muchas economías, la política agresivamente
aislacionista de los Kirchner, con incumplimientos recurrentes de tratados y
acuerdos internacionales en materia comercial, y de extrema agresividad hacia la
comunidad financiera e inversores en general, la sitúa paradójicamente en una
situación de extrema debilidad.
La reacción del Gobierno de la Presidenta Cristina Fernández ha sido la de incumplir aún más los compromisos en materia comercial y establecer paulatinamente lo que se ha llamado en Argentina el “Cepo Cambiario” que es simplemente restringir la libre circulación de divisas e intervenir el tipo de cambio.
Esta
“nueva” política del “Modelo K”, no es nada nueva sino sólo una profundización
en más Autarquía que es la misma cara que más Autoritarismo, y más Populismo,
porque evidentemente todo es por el Pueblo, y quienes se oponen son las clases
privilegiadas apoyadas en los poderes fácticos.
El
Autoritarismo es el mismo que llevó el año 2007 a intervenir Instituto Nacional
de Estadística y Censos (INDEC), para que las estadísticas de inflación y luego
las del crecimiento del PIB respondieran no a la realidad sino al dictado del
Poder.
El
“nuevo Modelo K” nada tiene de nuevo, sino que es el mismo modelo que se ha ido
descartando en todo el Mundo, simplemente porque no ha
funcionado.
Un
país tan aislado financieramente como Argentina, y tan dependiente de la soja
está en una situación muy compleja, con un estancamiento de la economía y una
inflación por encima del 25% que sólo genera mayor pobreza y desigualdad, y
mayor descontento.
Desafortunadamente
la respuesta previsible es mayor Autarquía en lo económico, y mayor Populismo y
Autoritarismo en lo político.
Este
artículo analiza diferentes puntos que se consideran relevantes para entender la
situación actual. No pretende ser una secuencia de la historia económica desde
que Néstor Kirchner llegó al poder en el 2003, ni abordar todos los aspectos de
la economía argentina, sino sólo aquellos que se consideran más relevantes en el
momento actual.
MANIPULACIÓN CIFRAS ECONÓMICAS (INFLACIÓN, …).
INTERVENCIÓN DEL INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y CENSOS
(INDEC)
Una
de las mayores mentiras de Argentina es la cifra de la inflación, y también del
crecimiento del PIB. Mentira que por sus antecedentes, y el sufrimiento en el
día a día que causa la inflación galopante en la población, es hace mucho tiempo
una obviedad.
Las
estadísticas de inflación (y crecimiento del PIB) hace años que tienen la
siguiente nota al pie de página (sic):
“Las cifras se basan en los datos
oficiales del PIB y del índice de precios al consumidor (IPC-GBA) de Argentina.
El FMI ha instado a Argentina a adoptar medidas correctivas para abordar la
calidad de los datos oficiales del PIB y el IPC-GBA. El personal técnico del FMI
también está utilizando otras mediciones alternativas del crecimiento del PIB y
la inflación a los efectos de la supervisión macroeconómica, incluyendo datos
producidos por analistas privados, que muestran un crecimiento del PIB real
significativamente más bajo que el que indican los datos oficiales desde 2008, y
datos producidos por oficinas estadísticas provinciales y analistas privados,
que muestran cifras de inflación considerablemente más altas que los datos
oficiales desde 2007.”
Las
diferencias entre las cifras de inflación de empresas y organismos privados y
las del INDEC son enormes; algo menos del 10% el INDEC y más del 25% las
estimaciones de otras instituciones.
(En
naranja cifras independientes en azul cifras oficiales del INDEC)
Las
cifras del INDEC son tan inconsistentes e insostenibles (primer gráfico), que si
fueran ciertas Argentina habría encontrado la forma de que los salarios de forma
sostenida crecieran entre un 10% y un 17% más que la inflación. El engaño de
burdo es absolutamente impresentable.
En
las cifras del segundo gráfico se aprecia que la inflación es muy similar al
crecimiento de los salarios, lo que es mucho más
verosímil.
El
efecto acumulado desde el año 2007 es absolutamente
demoledor.
(En naranja cifras independientes
en azul cifras oficiales del INDEC)
La historia es una más de las arbitrariedades de los Kirchner con intervención incluida del organismo en 2007 cuando se negaron parte de sus funcionarios a admitir la manipulación de las estadísticas que pretendían los Kirchner.
En
enero de 2007 el Gobierno de Argentina decidió intervenir la Dirección del
Índice Precios al Consumidor del INDEC. Previamente en octubre de 2006,
Guillermo Moreno a cargo la Secretaría de Comercio de la Nación, intentó que
Graciela Bevacqua, que dirigía la Dirección de Índice de Precios al Consumidor
(IPC), desvelara los nombres de los comercios que se encuestaban para calcular
el índice de precios. Se negó a hacerlo, aduciendo que se lo prohibía la ley de
secreto estadístico. A finales de enero de 2007 Graciela Bevacqua fue apartada
junto a numerosos técnicos de la Dirección. En su lugar asumió el cargo una
persona vinculada políticamente con el Secretario de Comercio de la
Nación.
Néstor
Kirchner convirtió en enero de 2007 al INDEC en un organismo dependiente de la
manipulación de la realidad, que ha venido dando información de la inflación al
dictado, y muy alejada de la realidad. Lo convirtió en un IDEC-K, pero el sol
no se tapa con un dedo, y las cifras a fuer de ser imposibles han acabado
generando una total desconfianza en todo aquello que informa el Gobierno
argentino al respecto de la realidad económica.
ARGENTINA EL PEOR SOCIO
POSIBLE
Aunque
resulte triste decirlo, la cruda realidad es que Argentina se ha convertido, por
convicción propia, actuación hiperactiva, consciente y vehemente, en contra sus
compromisos públicos y rubricados en leyes, acuerdos y tratados internacionales,
en definitiva contra todos –países, instituciones, organismos, empresas, grandes
y pequeños ahorradores, …- que alguna vez confiaron el país, en el peor socio
posible en cualquier circunstancia.
Para
aquellos que algún día confiaron en Argentina lo que obtuvieron fueron los
epítetos y calificativos de ladrones, jugadores de casino, timberos, ahorristas
buitres y otras lindezas. Los inversores
que sólo cometieron el error de confiar en Argentina, y lejos de obtener
cualquier ganancia, la mayor parte tuvieron enormes
pérdidas.
La
forma de actuar ha sido además cínica, tramposa y mentirosa. Un ejemplo lo
ocurrido con Uruguay en su intento de tener una industria papelera en el país,
donde “de forma espontanea” se bloquearon intermitentemente las aduanas entre
los dos países hasta que Uruguay tuvo que desistir de sus
objetivos.
Argentina
es el país más demandado en el mundo ante el Centro Internacional de Arreglo de
Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, y eso que en base
a la extorsión más abyecta muchas empresas se han tenido que desistir ante la
coacción o promesas vanas y fútiles que nunca se han cumplido.
El
cinismo de achacar a los piqueteros las persecuciones de los funcionarios del
FMI sin responsabilidad alguna del gobierno de Argentina, que era quién los
pagaba y alentaba, es sólo una mínima muestra de las actuaciones de coacción y
amedrentamiento de un gobierno cínico.
Conflictos
con Brasil recurrentes en el ámbito del MERCOSUR con cuotas y aranceles
arbitrarios y contrarios a los tratados, respondidos parcialmente por un Brasil
que un día llegará a hastiarse de los caprichos del vecino que además depende de
su electricidad en el invierno austral.
Estados
Unidos, Japón y otros 40 países aproximadamente han demandado a Argentina en la
OMC, por incumplimiento de tratados y acuerdos internacionales, y en otra
respuesta cínicamente kirchneríana por tramposa y cínica, estos a su vez han
sido demandados por Argentina.
El
ACE 55 suscrito entre Argentina y México fue bueno mientras fue superavitario
para Argentina, en cuanto el saldo cambió a favor de México –no de forma
acumulada- Argentina incumplió el acuerdo.
Temas
tan ridículos como la prohibición de importar jamón serrano español y otros
muchos, añaden ribetes hilarantes, histriónicos y caprichosos que lejos de
esconder o difuminar el autoritarismo y el sueño de una economía autárquica y el
autoritarismo lo elevan a un histrionismo ridículo. Tras la mueca de sonrisa
estupefacta, la tragedia de que lo que realmente queda es un autoritarismo y
populismo, insaciables y descarnados.
La
nacionalización de los fondos de pensiones en 2008 y de YPF en 2011 son muestras
puntuales de un país –Argentina- que vehementemente y sólo por un afán de
propaganda y afirmación de un poder populista, ha convertido el Poder en una
razón en si misma, que justifica cualquier atropello aunque pase por encima de
las leyes propias y de los acuerdos internacionales.
El
estado de derecho es manipulado de forma abyecta por parte del poder político
que interviene, interroga y retiene a las personas, las acusa de fraudes
imaginarios, todo ello disfrazado del uso, cuando es un abuso manifiesto y
cínico, de los jueces y tribunales.
Esta
política premeditada y consciente de los Kirchner les ha permitido realizar su
política autoritaria a destajo, y ha situado a Argentina como un país paria y un
socio nada deseable, y a quien nadie prestaría ni confiaría ante las empresas y
comunidad internacional.
Argentina
es un autoparia si existiera el término, porque ha querido ser un paria a nivel
de confianza internacional, confianza de los inversores, y confianza en general
en el cumplimiento de sus compromisos por su autoexclusión auto promovida y
peleada hasta la extenuación, con extremado y extenuante denuedo. Política
agresiva ante todo y contra todos se tenga o no se tenga razón ¡qué importa!,
cuando lo que sólo importa es el poder por el poder en
Argentina.
EXTREMA FRAGILIDAD FINANCIERA. EL “MODELO
K”
Las
cifras de los últimos trimestres que presenta Argentina en cuanto a déficit
público y déficit por cuenta corriente darían una envidia enorme a la mayor
parte de los países del Hemisferio o de Europa, pero la diferencia entre
Argentina y el resto de los países es la confianza que buena parte de resto de
los países tienen frente a la comunidad financiera internacional, los organismos
multilaterales y los inversores en general. La confianza en Argentina como país
cumplidor de sus promesas y acuerdos está en el terreno de lo muy
negativo.
Argentina
se ha pasado años vilipendiando e insultando, un día sí y otro también, a todos
aquellos que un día confiaron en el país y sólo obtuvieron una rebaja muy fuerte
de los importes que prestaron. No tiene
credibilidad alguna ni posibilidades de obtener inversiones o financiación.
Argentina se ha auto marginado vehementemente de las Instituciones Financieras,
Comunidad Financiera e inversores en general. Además ha incumplido y roto
unilateralmente acuerdos comerciales con Estados Unidos, Japón, Unión Europea,
México … que le han denunciado ante la
Organización Mundial del Comercio, o impuesto trabas arbitrarias a sus socios
del Mercorsur.
Nadie
en su sano juicio confía en Argentina. Su bajísimo rating financiero y su alto
riesgo país, no son el reflejo de los fundamentos de su economía, sino de la
visión que tiene la comunidad internacional de los que es prestar a un país, y
la escasísima probabilidad de recuperar lo
invertido.
La
fragilidad financiera que conlleva este auto aislamiento, el disponer de fondos
para pagar la deuda o simplemente refinanciarla a su antojo, la filosofía
económica autárquica y autoritaria, y la enorme avidez sin límite de poder fue
lo que llevó a Argentina el año 2008 a nacionalizar los fondos privados de
pensiones (Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones –AFJP-) y
trasvasar el dinero acumulado, unos 23.000 millones de euros, al sistema oficial
de Seguridad Social.
La
forma en que se produjo la incautación fue la habitual del régimen intimidatorio
de los Kirchner; registros y allanamientos en las sedes de las principales AFPJ,
incautación de documentación, investigaciones de presuntos fraudes, acusaciones
y amedrentamiento a directivos … El patrón de Argentina en estos casos a través
del habitual y bien dirigido juez federal de turno. ¡Qué poco valor tienen en
Argentina el estado de derecho, la seguridad jurídica y la separación de
poderes!
La
pauta de comportamiento seguida con las AFPJ, es una aviesa y perversa forma de
aparentar que se usan las leyes y los mecanismos de la justicia, cuando lo que
se hace es un ejercicio de manipulación retorcida de la misma, que busca la
coacción, el poder omnímodo y arbitrario y está en las antípodas de la Justicia
en una Democracia, donde además de votar la justicia debe ser independiente del
Poder Ejecutivo.
Tras
la incautación de los fondos de pensiones a finales del año 2008, las señales de alarma se han encendido de
nuevo ante una reducción de las reservas
de divisas –que siguen estando todavía en niveles significativamente
cómodos-, un déficit público del 2% -con
déficit primario-, reducción de las exportaciones, incertidumbres de los precios
de los cereales, y la posibilidad de un déficit por cuenta corriente después de
muchos años.
Adicionalmente
la economía está teniendo un aterrizaje suave. Previsiblemente está ya rozando
el estancamiento desde el tercer trimestre de 2012, con una inflación en el
entorno del 25%.
En
condiciones normales un país con los fundamentales de Argentina podría
financiarse con muchísima holgura porque las cifras son muy pequeñas, pero
Argentina dista un abismo de ser un país normal, y por nimio que sea el importe
no va a encontrar quién se lo preste.
En
esta tesitura Argentina ha vuelto a reaccionar con autoritarismo, arbitrariedad
y con una vuelta de tuerca más de sus políticas autárquicas; ha incumplido
acuerdos comerciales con muchos países, prohibido con excusas pueriles algunas
importaciones y ha establecido lo que se ha venido llamando el “cepo cambiario”
para disminuir la salida de divisas, y con todo ello reducir las importaciones y
restablecer el equilibrio en la balanza por cuenta
corriente.
Las
declaraciones de la nueva estrella económica argentina Axel Kicillof, Secretario
de Política Económica y Planificación del Desarrollo, del Ministerio de Economía
y Finanzas Públicas, no dejan lugar a dudas de la “nueva” política (autárquica)
de Argentina, que ha declarado que “las restricciones son necesarias para la
industrialización”, y otras lindezas como “¿Cómo las divisas que necesito para hacer
torres de petróleo se van a gastar en que los sectores más pudientes puedan
comprar bienes de lujo?”, “Era siempre lo mismo: se acababan las divisas,
devaluaba el gobierno porque abarataba los pesos y encarecía el dólar. Todas
esas importaciones se encarecían en proporción a la devaluación”,
…
Ya
tenemos a las claras lo que es el “Modelo K” de la “nueva” economía argentina
una autarquía con planificación centralizada del estado; basada en el control de
cambios, la búsqueda del equilibrio de la balanza de pagos por encima de todo
-para no depender de nadie, aún a costa del incumplimiento de los tratados,
acuerdos y convenios internacionales-, la “nueva” industrialización de Argentina
a realizar por empresas públicas o privadas apegadas a las nuevas normas
-aderezada con la nacionalización de YPF como guinda de esta perorata económica
y populista-, el uso de la “justicia” para imponer cualquier imposición por
arbitraria que ésta sea, manipulación de las estadísticas, amedrentamiento a los
medios de comunicación …
La
realidad es que el “modelo K” de la “nueva” economía Argentina no tiene nada de
nuevo, ni de innovador, y es sólo un regreso a antiguas políticas económicas
autárquicas, que los países tuvieron que ir abandonando por el fracaso evidente
de las mismas. Además esta política retro versión “modelo K” lleva consigo un
incremento y una nueva vuelta de tuerca en más populismo y autoritarismo,
mecanismos a los que en la medida que el experimento siga sin funcionar debe
recurrirse constantemente, y cada vez de forma más contundente como los
antibióticos a un enfermo que sigue sin reaccionar al
tratamiento.
La
burda manipulación de la realidad ocurrida con el Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INDEC) después de su intervención a inicios del 2007, con
el objetivo de tener unas estadísticas manipuladas y dictadas por el poder
político, es una muestra de como funcionaba ya el “modelo K”, un modelo donde
toda manipulación es válida para que la aparente realidad sea la deseada. El
problema es que por la patología de sus líderes, éstos acaban creyendo que el
universo idílico creado artificialmente con datos falsos es realmente la
realidad, despotricando contra todos aquellos que tienen algún velo de duda
sobre la misma.
Argentina
ha tenido en los últimos años un entorno extraordinariamente favorable por su
riqueza agrícola. En este periodo los precios de los productos agrícolas han
estado, y siguen estando, en máximos históricos y más todavía aquellos
relacionados con los biocombustibles.
Argentina,
según datos de la FAO de 2010, es el tercer productor mundial de soja -21% de la
producción mundial-, quinto de maíz, cuarto de cebada, décimo de trigo, cuarto
en carne de vacuno, décimo en caña de azúcar, …
Curiosamente
uno de los pocos productos que han sufrido una baja desde 1990 a 2010 fue la
carne de vacuno –un 12,7%-, lo que hizo que el Gobierno de Argentina impusiera
contingentes a su exportación para reducir el precio en el mercado
interno.
Los
biocombustibles según Jean Ziegler,
relator especial de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, son
“un crimen contra la humanidad”. Fidel Castro en su artículo de marzo de
2007 titulado “Condenadas a muerte prematura por hambre y
sed más de 3.000 millones de personas en el mundo”, indicaba
textualmente “La idea siniestra de convertir los
alimentos en combustible quedó definitivamente establecida como línea económica
de la política exterior de Estados Unidos”. Los biocombustibles han sido uno de los motores de la
economía argentina, y también, en menor medida por su mucha mayor dimensión, de
la de Brasil.
El
agro argentino es el componente más importante de las exportaciones, alrededor
del 55%, por lo que es la fuente de divisas más importante, y uno de los
elementos básicos de la recaudación fiscal a través de altísimos impuestos sobre
los mismos.
Uno
de los detonantes más importantes de los nervios del gobierno argentino y del
“cepo cambiario” han sido las primeras muestras de debilidad del precio de la
soja, y las inundaciones en la pampa húmeda que han hecho reducir la producción
de forma importante, con un efecto estimado en 2012 de pérdida de
exportaciones de 1.700 millones de dólares y de recaudación unos 600
millones.
El
fenómeno de la “sojización” de la
economía argentina se refleja en que ya más del 60% de las tierras de cultivo
están dedicadas a la soja “la marea verde” (la relación soja-cereales es ya
70-30), se multiplicó por cinco su producción en 20 años, ha sido el motor de
las exportaciones, es uno de los pilares imprescindibles de la recaudación
fiscal y un día sí y otro también, las noticias referentes a los precios diarios
y futuros de la soja inundan la información económica
argentina.
Pero
esta “sojización” es también una
gran debilidad estructural que amenaza a una Argentina que no puede, porque así
lo quiso vehementemente, financiarse en los mercados financieros en caso de
vaivenes en el precio de la soja.
Uno
de los grandes nubarrones en el horizonte es el cambio de política de los países
más desarrollados frente a los biocombustibles, en el caso de Estados Unidos por
el enorme incremento en la producción de gas natural de fuentes no
convencionales, entre ellas el shale gas, y también de petróleo no convencional.
En el caso de la Unión Europea por las presiones de la “catástrofe alimentaria” que está
provocando en muchos países pobres el fuerte incremento de los alimentos.
Ha
pasado muy desapercibida, aunque acabará teniendo efectos muy importantes, la
decisión de la Unión Europea del pasado mes de octubre de reducir la meta de
biocombustibles en los carburantes del 10% al 5%, y que buena parte de este 5%
sea a futuro mediante una nueva generación de biocombustibles elaborados a
partir de cultivos que no sean de alimentos. Varios de los países más
importantes de la Unión Europea ya habían rebasado el 5% y se encontraban cerca
del 10%.
EL “CEPO CAMBIARIO”.
El
cepo cambiario, es la forma de llamar en Argentina a una serie de medidas que se
inician en octubre de 2011 y que arrecían a partir de mayo de 2012, y que simple
y llanamente persiguen reducir la salida de divisas de Argentina y conseguir el
equilibrio en cuenta corriente.
Van
desde medidas como las “Licencias no automáticas de importación” entre otras a
las empresas, a limitar los dólares que pueden comprar los particulares,
recargos del 15% en compras por internet y recargos del 15% en compras
realizadas en otros países con tarjetas de crédito. Las medidas a los
particulares justificadas en "impulsar el turismo nacional" y que los argentinos
“se queden a veranear en el país”.
El
cepo cambiario es de facto un control del tipo de cambio Peso-Dólar USA, y así
lo ha declarado sin ambages Axel Kicillof, la nueva imagen de la “nueva”
política económica argentina.
Estas
medidas –el “cepo cambiario”- son en su conjunto la peor de las soluciones por
las que podía haber optado Argentina. Hubiera tenido mucho más sentido acelerar
la depreciación del Peso Argentino acorde con la inflación que realmente tiene
el país, la debilidad que presenta su economía cercana al
estancamiento.
Las
medidas de Argentina han derivado en todo un mosaico de tipo de cambios
adicionales al oficial que además de demostrar la inventiva argentina, acaban
representando una tendencia de que el tipo de cambio actual cada vez está más
lejos del real.
El
más importante el dólar blue, está dando una referencia del riesgo país de lo
que se desprende que un tipo de cambio realmente libre estaría entre el de un
país que manipula la entrada de divisas –el oficial- y el dólar libre –el blue-
que no deja de tener una volatilidad implícita alta, y por encima del tipo de
cambio en libre flotación. Los exorbitantes Credit Default Swap –CDS- de
Argentina hablan por si mismos de lo que se debe pagar por asegurar una deuda
con Argentina –cerca de Grecia-,
Los
argumentos de Axel Kicillof para justificar el cepo cambiario no tienen ningún
sentido salvo que se interpreten en clave de mayor estatalización de la economía
argentina. Decir que “las restricciones
son necesarias para industrialización”, es desconocer que sostener
incrementos salariales del 25% con escasas variaciones del tipo de cambio
Peso-USD va a ir erosionando la competitividad de la industria privada
argentina.
Restringir
las importaciones a la industria de bienes de capital y bienes intermedios
perjudica su competitividad y productividad. La autorización de las licencias de
importación además de que implanta la arbitrariedad de la administración es un
mecanismo más de que se incremente la corrupción referente a las
mismas.
El
Gobierno argentino parece no tener en cuenta que aunque la respuesta de los
países afectados pueda ser inicialmente tibia, la realidad es que se van
acumulando trabas a las exportaciones argentinas y no precisamente las de
materias primas, sino a las industriales. Las medidas de México a la denuncia
unilateral de Argentina del ACE 55 que ha supuesto un 35% de aranceles a los
coches fabricados en México ha sido un incremento de aranceles a los productos
argentinos.
El
que la mayor parte de los países estén aplicando las normas de la Organización
Mundial de Comercio para comenzar en su momento a iniciar las medidas contra las
importaciones desde Argentina, por los incumplimientos de Argentina y las
medidas no hayan sido de inmediato, le da al país incumplidor una ventaja
tramposa durante un lapso de tiempo. La estrategia sólo puede calificarse de
cortoplacista, artera y barriobajera.
¿Esta
es la forma de industrializar a Argentina? Erosión de las condiciones de la
exportación al no trasladar al tipo de cambio los costes internos, impedimentos
a la modernización de las instalaciones productivas, trabas administrativas
internas, barreras adicionales a las exportaciones argentinas como represalia a
las medidas unilaterales de Argentina, …
Aunque
el artículo no pretende ser exhaustivo, el “cepo cambiario” también alimenta la
inflación, ya que en aquellas mercancías donde se restringen las importaciones
de forma directa o indirecta –retrasos en conseguir las divisas-,
automáticamente se genera más inflación por el incremento de precios de los
fabricantes nacionales.
Respecto
al uso de contingentes y de las
“Licencias no automáticas de importación”, estas medidas son un privilegio para
aquellos que consiguen ser los agraciados, ya que el mayor precio al que se
refería el párrafo anterior es un beneficio que se obtiene para el que consigue
contingente o la licencia que adjudica el poder ejecutivo, y que no va para la
economía de Argentina.
Para
el que quiera el detalle de las medidas del “Cepo cambiario” le recomiendo un
artículo:
Las
23 medidas que en once meses endurecieron el cepo
cambiario:
FINANCIACIÓN A TRAVÉS DEL BCRA. POLÍTICA MONETARIA
EXPANSIVA
El
Banco Central de la República Argentina (BCRA) está presidido por la economista
y política Mercedes Marcó del Pont, en lo económico adscrita al Desarrollismo.
Empezó su militancia política en el Movimiento de Integración y Desarrollo, un
antiguo y pequeño partido con raíces en la Unión Cívica Radical, y acabó en el
peronismo en el Frente para la Victoria, alianza que sostuvo la candidatura en
2003 de Néstor Kirchner, siendo diputada por el mismo de 2003 a
2007.
El
BCRA, en la presidencia de Mercedes Marcó del Pont, está jugando un papel básico
en la financiación del Gobierno argentino, con un rol muy alejado de la
independencia que juega el banco central en otros países del Mundo, y con una
política poco ortodoxa nada independiente del poder político, sino al revés
subordinada absolutamente al mismo.
Alejado
de lo que sería la financiación al sistema financiero argentino, que recibe unas
cantidades ridículas del BCRA -2.031 millones de pesos al cierre del 2011-, y
agotada la financiación que le proporcionó la incautación de los fondos de
pensiones a finales del año 2008, el BCRA se ha convertido en el prestamista del
Gobierno de Argentina, aún a costa de un fuerte incremento de la masa monetaria
que a su vez genera más inflación.
El primer gráfico presenta como en cuatro años se habrá cuadruplicado la financiación del BCRA al Gobierno Nacional, y todo a costa de un irresponsable incremento de la masa monetaria que se habrá multiplicado por algo más 2,5 veces en ese mismo periodo.
Las
Reservas Internacionales que más que duplicaban la financiación al Gobierno
Nacional al cierre del 2008, ya están muy significativamente por
debajo.
Al
fuego de la inflación, el Banco Central de la República Argentina para poder sufragar a las finanzas
públicas, ha añadido mucho más fuego, retroalimentando de forma
irresponsable la inflación.
Las
variaciones interanuales basadas en
datos del propio BCRA del agregado monetario M2 y de la Base Monetaria
Amplia (M4), no dejan lugar a dudas de la consistencia de los datos del propio
BCRA con una inflación en el entorno del
25% -lejos de ese 10% que es una de las mentiras base del “Modelo K”-, y la
irresponsabilidad de una política monetaria que alimenta la
inflación.
La
comparación con un país como México de ambas variables resulta muy elocuente, y
habla por sí misma.
Creerse
que puede ser compatible un incremento de la Base Monetaria Amplia o del
agregado monetario M2 en tasas entre el 30% y el 40% anual, con una inflación de
casi el 10% es imposible; tan imposible como que sea posible mantener una brecha
del 10% al 17% entre la subida de los salarios y la inflación de forma
sostenible.
El
incremento de los salarios del BCRA es prácticamente la inflación que publican
las empresas e instituciones independientes, y esta inflación real es coherente
con la evolución de la Base Monetaria Amplia, que en cualquier caso sería
irresponsablemente expansiva.
Sólo
una mezcla de cinismo, irresponsabilidad, ignorancia y falta de respeto por
parte de los gobernantes argentinos es lo que puede pretender –de forma
ilusoria- que el pueblo argentino crea unas cifras que ese mismo pueblo percibe
como falsas y que sufre día a día por el deterioro de su poder
adquisitivo.
Para
completar este punto la evolución mensual de 2011 y 2012 hasta mediados de
octubre, periodo en el que se ha acelerado la financiación del BCRA al Gobierno
Nacional y el incremento de la masa monetaria en circulación es la
siguiente:
NULA INVERSIÓN EN
INFRAESTRUCTURAS
Si
en algo se ha caracterizado el periodo económico de Néstor Kirchner y Cristina
Fernández de Kirchner ha sido en la ínfima inversión en infraestructura tanto
por parte del Gobierno como de la iniciativa privada al carecer ésta de la
seguridad jurídica y de mínimos estímulos económicos para rentabilizar las
inversiones.
Los
primeros años de los gobiernos de los Kirchner la inversión en los servicios
públicos fue casi cero por la asfixia a la que se sometió a las empresas a
través de la regulación de precios. Argentina fue viviendo, en lo que se
refiere a infraestructuras, de lo invertido en la etapa de los gobiernos
anteriores a los Kirchner hasta que se han ido presentando problemas de
suministro eléctrico, de gas, …
El
saldo negativo por petróleo y gas en 2011 fue de 3.029 millones de dólares,
derivado de una suave bajada de la producción, un importante incremento del
consumo, y el nulo crecimiento en la capacidad de refino lo que provocó que el
valor unitario de las importaciones sea muy superior al de las exportaciones.
Argentina ha pasado de exportador de gas natural a ser importador neto con un
saldo negativo de 3.000 millones de metros cúbicos en 2010, … y
creciendo.
No menos desalentadora es la situación en energía eléctrica; desde el 2002 el crecimiento de la capacidad instalada ha sido sólo del 18% y en cambio el consumo ha crecido un 47%, con importaciones netas.
Para
conseguir no caer en el problema que se avecinaba en 2008 de desabastecimiento
eléctrico ENARSA (Energía Argentina S.A.) empresa pública creada a finales de
2004 por la administración de Néstor Kirchner, ha tenido que invertir en plantas de
generación con gasoil/diesel (generación distribuida) y turbinas de gas en ciclo
abierto, lo que es una forma de generación muchísimo más cara, ineficiente y
contaminante que un crecimiento a través de ciclos combinados de gas, además
se han vuelto a usar plantas ineficientes técnica y económicamente de fuel oil.
Todo ello por un grave error de planificación, disparándose el consumo de fuel
oil y gas oil para generación de electricidad, y con ello el déficit de
derivados de petróleo; también se han disparado los precios de la electricidad
–para financiar a ENARSA- y las subvenciones al consumo de energía eléctrica
para una parte de los consumidores.
La
inversión en infraestructuras es un cuello de botella de la economía argentina
porque ni el Gobierno tiene capacidad para acometerlas, ni la iniciativa privada
las va a realizar por las escasas –por no decir nulas- posibilidades de
rentabilizarlas, la falta absoluta de financiación, y la falta de seguridad
jurídica cuando no un clima de acoso desde el poder.
La
política de precios controlados de los servicios públicos ha provocado además de
una inversión ridícula en infraestructuras, falta de mensajes económicos
adecuados sobre el valor de los precios de algunos artículos como el gas sin que
se fomente la eficiencia y el ahorro. Cuando se ha requerido revertir la
situación, se ha producido un incremento de las subvenciones por parte del
Gobierno, subvenciones que cuando se otorgan es casi imposible eliminarlas con
posterioridad.
Las
perspectivas futuras en el área de infraestructuras es francamente mala; el
gobierno argentino no tiene capacidad presupuestaria para acometerlas, no puede
endeudarse para acometerlas por todo lo comentado anteriormente la iniciativa
privada nacional no las va a acometer, y pensar en la inversión extranjera en un
rubro de tan largo plazo es una quimera.
ARGENTINA. ESPIRAL DE AUTOTARQUÍA, POPULISMO Y
AUTORITARISMO
La
Autarquía del “Modelo K” no es más que la cara económica de lo que ha sido el
Modelo K en su vertiente política, caracterizada por el Populismo y el
Autoritarismo de quien pretende aferrarse al poder a cualquier
precio.
Casi
no se ha comentado que el fallecido Néstor Kirchner, una vez que fue Gobernador
de la provincia de Santa Cruz por primera vez en 1991, promovió en 1994 y en
1998, impulsó reformas en la constitución provincial, que incluyeron la
posibilidad de reelección indefinida del gobernador.
¿Alguien
duda a estas alturas de que Cristina Fernández de Kirchner tiene estas mismas
intenciones?
Del
autoritarismo y de la utilización artera, abyecta y aviesa de los resortes del
poder son sabidas las múltiples veces en que se usan jueces federales
“independientes”, se interviene, se allana la propiedad privada, se coacciona y
procesa a las personas, y “siempre” aparecen indicios –cuando no pruebas- de
hechos fraudulentos. El año 2005 durante el Gobierno de Néstor Kirchner por una
juez el propio Partido Justicialista.
Lo
mismo puede decirse del uso sesgado de la Administración Federal de Ingresos
Públicos donde, sin vacilaciones, se blande como arma arrojadiza el terrorismo
fiscal.
El
poder político de Néstor Kirchner levantó una serie de fortunas en la parte
privada, los llamados Empresarios K, que ahora están desconcertados porque
parece que ya no cuentan en la aceleración estatalista de la economía argentina
de los favores y prebendas que tuvieron durante nueve años. Es pronto para hacer
cábalas, pero viendo la deriva de otros regímenes autoritarios de Latinoamérica
–que no han dejado de tener “empresarios” cercanos-, lo que puede estarse
produciendo es su sustitución por personas con mayor afinidad y empatía a
Cristina Fernández y sobre todo a su nuevo entorno.
Conviene
pararse a repasar lo que los cables de la embajada de Estados Unidos en Buenos
Aires, en un lógico análisis de la realidad argentina decían de los Kirchner.
“Paranoicos del poder”, “ácidos”, “impermeables al consejo ajeno”, “ineptos en
política exterior”. El estilo K es “errático y caracterizado por la tensión
extrema en el corto plazo”. Néstor Kirchner tenía “dos caras”, como el “Dr.
Jekyll y Mr. Hide” de Stevenson: una “populista” y otra “pragmática”. Sus
“simpatías por la izquierda” estaban “completamente subordinadas a sus intereses
políticos y sus ambiciones personales”. “Kirchner (Néstor) no es un genio
perverso, es sólo un perverso”. “Psicópata, monstruo y cobarde, que en la
búsqueda de la confrontación política esconde una profunda inseguridad y un
sentimiento de inferioridad” … Envidia extrema a Lula, salud,
...
El
que Wikileaks haya publicado esta información, que hay que insistir está dentro
de lo que sería exigible a un buen servicio diplomático, nos ayuda a acercarnos
al Autoritarismo del Modelo K.
Voracidad insaciable por el poder a cualquier precio y por cualquier
medio.
El
voto a los 16 años es uno de los últimos ejemplos, donde no importaba realmente
la medida, sino lo que decían las encuestas de la popularidad de Cristina
Fernández en los jóvenes y adolescentes argentinos, votantes de próximos
comicios.
Hay
una anécdota del narcisismo y altanería histriónica de Cristina Fernández –que
no está suficientemente contrastada-, al respecto de que cuando le dijeron que
los chinos llaman a China Zhongguo "el centro de la civilización o del mundo",
Cristina Fernández de Kirchner dijo que no tenía problemas porque Argentina es
el centro del Universo.
Respecto
al Populismo estamos hablando de una obviedad que en el Modelo K llega al
Paroxismo,
en donde las subvenciones, la financiación de piqueteros, disputas dentro de la
CGT entre el sector opositor y el oficialista, … , la justificación del Modelo K acaba siendo
sólo el pueblo, y ese mismo pueblo es el que debe defender el Modelo K contra el
ataque insidioso y despiadado de los poderes fácticos
…
LA ECONOMÍA JUEGA EN CONTRA DEL “MODELO K” … MÁS
AUTORITARISMO Y POPULISMO
Argentina,
con la economía estancada, con el riesgo de que la dependencia de la soja
(“sojización”), pudiera caer en la recesión, y huérfana de todo auxilio
financiero, al haberse convertido, por voluntad propia y vehemente, en un país
paria de la comunidad financiera internacional en su conjunto –países,
instituciones e inversores- e incumplidora recurrentemente de sus compromisos,
la debilidad actual de la economía argentina es evidente ante cualquier pequeña
oscilación.
Es
un país en el que nadie cree en sus estadísticas de inflación, ni siquiera buena
parte de los simpatizantes de Cristina Fernández. La inflación en tasas superiores al 25% con
una economía plana es un cóctel explosivo de creación de más pobreza y
desigualdades que va a incrementar –ya lo está haciendo- el descontento
social.
Las
medidas tomadas –el “nuevo” Modelo K- son sólo cortoplacistas y una vuelta de
tuerca más de medidas autárquicas, que no funcionaron en ningún país en el
pasado y que no van a funcionar en el futuro, aunque le den una prórroga de
supervivencia en el presente.
La
respuesta al descontento social va a ser más populismo y más autoritarismo,
azuzando el fantasma interno de los poderes fácticos que quieren arrebatar el
poder al pueblo impidiendo el progreso del Modelo K. Más subvenciones,
clientelismo, arribismo, mayores prebendas desde el poder, … , más confrontación y división social
azuzadas por el poder para sólo defender su propio poder, usando como excusa al
Pueblo.
Los
ataques a empresas privadas, mayor estatalización y el uso particular ya
mencionado de la “Justicia K” y de la AFIP podrían incrementarse en la carrera
por aferrarse al poder. Ataques a los medios de comunicación –en legítima
defensa al sentirse atacado el poder, claro-, ... Manipulación de la información
proveniente del INDEC y otros entes oficiales.
La deriva de Argentina desafortunadamente puede entrar
en una espiral donde Autarquía (Populismo) y Autoritarismo son las caras de la
misma moneda, la del Modelo K aferrándose de forma paranoica al
Poder.
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