Thursday, December 27, 2012

Argentina. Espiral de Autarquía, Populismo y Autoritarismo

Argentina después de años ininterrumpidos de un apreciable crecimiento económico, aunque con alta inflación, se encuentra prácticamente en estancamiento económico, déficit público primario y cerca del déficit por cuenta corriente.

Con cifras que serían la envidia de muchas economías, la política agresivamente aislacionista de los Kirchner, con incumplimientos recurrentes de tratados y acuerdos internacionales en materia comercial, y de extrema agresividad hacia la comunidad financiera e inversores en general, la sitúa paradójicamente en una situación de extrema debilidad.


La reacción del Gobierno de la Presidenta Cristina Fernández ha sido la de incumplir aún más los compromisos en materia comercial y establecer paulatinamente lo que se ha llamado en Argentina el “Cepo Cambiario” que es simplemente restringir la libre circulación de divisas e intervenir el tipo de cambio.


Esta “nueva” política del “Modelo K”, no es nada nueva sino sólo una profundización en más Autarquía que es la misma cara que más Autoritarismo, y más Populismo, porque evidentemente todo es por el Pueblo, y quienes se oponen son las clases privilegiadas apoyadas en los poderes fácticos.


El Autoritarismo es el mismo que llevó el año 2007 a intervenir Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), para que las estadísticas de inflación y luego las del crecimiento del PIB respondieran no a la realidad sino al dictado del Poder.


El “nuevo Modelo K” nada tiene de nuevo, sino que es el mismo modelo que se ha ido descartando en todo el Mundo, simplemente porque no ha funcionado.


Un país tan aislado financieramente como Argentina, y tan dependiente de la soja está en una situación muy compleja, con un estancamiento de la economía y una inflación por encima del 25% que sólo genera mayor pobreza y desigualdad, y mayor descontento.


Desafortunadamente la respuesta previsible es mayor Autarquía en lo económico, y mayor Populismo y Autoritarismo en lo político.


Este artículo analiza diferentes puntos que se consideran relevantes para entender la situación actual. No pretende ser una secuencia de la historia económica desde que Néstor Kirchner llegó al poder en el 2003, ni abordar todos los aspectos de la economía argentina, sino sólo aquellos que se consideran más relevantes en el momento actual.



MANIPULACIÓN CIFRAS ECONÓMICAS (INFLACIÓN, …). INTERVENCIÓN DEL INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y CENSOS (INDEC)


Una de las mayores mentiras de Argentina es la cifra de la inflación, y también del crecimiento del PIB. Mentira que por sus antecedentes, y el sufrimiento en el día a día que causa la inflación galopante en la población, es hace mucho tiempo una obviedad.


Las estadísticas de inflación (y crecimiento del PIB) hace años que tienen la siguiente nota al pie de página (sic):


“Las cifras se basan en los datos oficiales del PIB y del índice de precios al consumidor (IPC-GBA) de Argentina. El FMI ha instado a Argentina a adoptar medidas correctivas para abordar la calidad de los datos oficiales del PIB y el IPC-GBA. El personal técnico del FMI también está utilizando otras mediciones alternativas del crecimiento del PIB y la inflación a los efectos de la supervisión macroeconómica, incluyendo datos producidos por analistas privados, que muestran un crecimiento del PIB real significativamente más bajo que el que indican los datos oficiales desde 2008, y datos producidos por oficinas estadísticas provinciales y analistas privados, que muestran cifras de inflación considerablemente más altas que los datos oficiales desde 2007.”


Las diferencias entre las cifras de inflación de empresas y organismos privados y las del INDEC son enormes; algo menos del 10% el INDEC y más del 25% las estimaciones de otras instituciones.



(En naranja cifras independientes en azul cifras oficiales del INDEC)



Las cifras del INDEC son tan inconsistentes e insostenibles (primer gráfico), que si fueran ciertas Argentina habría encontrado la forma de que los salarios de forma sostenida crecieran entre un 10% y un 17% más que la inflación. El engaño de burdo es absolutamente impresentable.


En las cifras del segundo gráfico se aprecia que la inflación es muy similar al crecimiento de los salarios, lo que es mucho más verosímil.


El efecto acumulado desde el año 2007 es absolutamente demoledor.



(En naranja cifras independientes en azul cifras oficiales del INDEC)



La historia es una más de las arbitrariedades de los Kirchner con intervención incluida del organismo en 2007 cuando se negaron parte de sus funcionarios a admitir la manipulación de las estadísticas que pretendían los Kirchner.


En enero de 2007 el Gobierno de Argentina decidió intervenir la Dirección del Índice Precios al Consumidor del INDEC. Previamente en octubre de 2006, Guillermo Moreno a cargo la Secretaría de Comercio de la Nación, intentó que Graciela Bevacqua, que dirigía la Dirección de Índice de Precios al Consumidor (IPC), desvelara los nombres de los comercios que se encuestaban para calcular el índice de precios. Se negó a hacerlo, aduciendo que se lo prohibía la ley de secreto estadístico. A finales de enero de 2007 Graciela Bevacqua fue apartada junto a numerosos técnicos de la Dirección. En su lugar asumió el cargo una persona vinculada políticamente con el Secretario de Comercio de la Nación.


Néstor Kirchner convirtió en enero de 2007 al INDEC en un organismo dependiente de la manipulación de la realidad, que ha venido dando información de la inflación al dictado, y muy alejada de la realidad. Lo convirtió en un IDEC-K, pero el sol no se tapa con un dedo, y las cifras a fuer de ser imposibles han acabado generando una total desconfianza en todo aquello que informa el Gobierno argentino al respecto de la realidad económica.




ARGENTINA EL PEOR SOCIO POSIBLE



Aunque resulte triste decirlo, la cruda realidad es que Argentina se ha convertido, por convicción propia, actuación hiperactiva, consciente y vehemente, en contra sus compromisos públicos y rubricados en leyes, acuerdos y tratados internacionales, en definitiva contra todos –países, instituciones, organismos, empresas, grandes y pequeños ahorradores, …- que alguna vez confiaron el país, en el peor socio posible en cualquier circunstancia.


Para aquellos que algún día confiaron en Argentina lo que obtuvieron fueron los epítetos y calificativos de ladrones, jugadores de casino, timberos, ahorristas buitres y otras lindezas. Los inversores que sólo cometieron el error de confiar en Argentina, y lejos de obtener cualquier ganancia, la mayor parte tuvieron enormes pérdidas.


La forma de actuar ha sido además cínica, tramposa y mentirosa. Un ejemplo lo ocurrido con Uruguay en su intento de tener una industria papelera en el país, donde “de forma espontanea” se bloquearon intermitentemente las aduanas entre los dos países hasta que Uruguay tuvo que desistir de sus objetivos.


Argentina es el país más demandado en el mundo ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, y eso que en base a la extorsión más abyecta muchas empresas se han tenido que desistir ante la coacción o promesas vanas y fútiles que nunca se han cumplido.


El cinismo de achacar a los piqueteros las persecuciones de los funcionarios del FMI sin responsabilidad alguna del gobierno de Argentina, que era quién los pagaba y alentaba, es sólo una mínima muestra de las actuaciones de coacción y amedrentamiento de un gobierno cínico.


Conflictos con Brasil recurrentes en el ámbito del MERCOSUR con cuotas y aranceles arbitrarios y contrarios a los tratados, respondidos parcialmente por un Brasil que un día llegará a hastiarse de los caprichos del vecino que además depende de su electricidad en el invierno austral.


Estados Unidos, Japón y otros 40 países aproximadamente han demandado a Argentina en la OMC, por incumplimiento de tratados y acuerdos internacionales, y en otra respuesta cínicamente kirchneríana por tramposa y cínica, estos a su vez han sido demandados por Argentina.


El ACE 55 suscrito entre Argentina y México fue bueno mientras fue superavitario para Argentina, en cuanto el saldo cambió a favor de México –no de forma acumulada- Argentina incumplió el acuerdo.


Temas tan ridículos como la prohibición de importar jamón serrano español y otros muchos, añaden ribetes hilarantes, histriónicos y caprichosos que lejos de esconder o difuminar el autoritarismo y el sueño de una economía autárquica y el autoritarismo lo elevan a un histrionismo ridículo. Tras la mueca de sonrisa estupefacta, la tragedia de que lo que realmente queda es un autoritarismo y populismo, insaciables y descarnados.


La nacionalización de los fondos de pensiones en 2008 y de YPF en 2011 son muestras puntuales de un país –Argentina- que vehementemente y sólo por un afán de propaganda y afirmación de un poder populista, ha convertido el Poder en una razón en si misma, que justifica cualquier atropello aunque pase por encima de las leyes propias y de los acuerdos internacionales.


El estado de derecho es manipulado de forma abyecta por parte del poder político que interviene, interroga y retiene a las personas, las acusa de fraudes imaginarios, todo ello disfrazado del uso, cuando es un abuso manifiesto y cínico, de los jueces y tribunales.


Esta política premeditada y consciente de los Kirchner les ha permitido realizar su política autoritaria a destajo, y ha situado a Argentina como un país paria y un socio nada deseable, y a quien nadie prestaría ni confiaría ante las empresas y comunidad internacional.


Argentina es un autoparia si existiera el término, porque ha querido ser un paria a nivel de confianza internacional, confianza de los inversores, y confianza en general en el cumplimiento de sus compromisos por su autoexclusión auto promovida y peleada hasta la extenuación, con extremado y extenuante denuedo. Política agresiva ante todo y contra todos se tenga o no se tenga razón ¡qué importa!, cuando lo que sólo importa es el poder por el poder en Argentina.


EXTREMA FRAGILIDAD FINANCIERA. EL “MODELO K”


Las cifras de los últimos trimestres que presenta Argentina en cuanto a déficit público y déficit por cuenta corriente darían una envidia enorme a la mayor parte de los países del Hemisferio o de Europa, pero la diferencia entre Argentina y el resto de los países es la confianza que buena parte de resto de los países tienen frente a la comunidad financiera internacional, los organismos multilaterales y los inversores en general. La confianza en Argentina como país cumplidor de sus promesas y acuerdos está en el terreno de lo muy negativo.


Argentina se ha pasado años vilipendiando e insultando, un día sí y otro también, a todos aquellos que un día confiaron en el país y sólo obtuvieron una rebaja muy fuerte de los importes que prestaron. No tiene credibilidad alguna ni posibilidades de obtener inversiones o financiación. Argentina se ha auto marginado vehementemente de las Instituciones Financieras, Comunidad Financiera e inversores en general. Además ha incumplido y roto unilateralmente acuerdos comerciales con Estados Unidos, Japón, Unión Europea, México … que le han denunciado ante la Organización Mundial del Comercio, o impuesto trabas arbitrarias a sus socios del Mercorsur.


Nadie en su sano juicio confía en Argentina. Su bajísimo rating financiero y su alto riesgo país, no son el reflejo de los fundamentos de su economía, sino de la visión que tiene la comunidad internacional de los que es prestar a un país, y la escasísima probabilidad de recuperar lo invertido.


La fragilidad financiera que conlleva este auto aislamiento, el disponer de fondos para pagar la deuda o simplemente refinanciarla a su antojo, la filosofía económica autárquica y autoritaria, y la enorme avidez sin límite de poder fue lo que llevó a Argentina el año 2008 a nacionalizar los fondos privados de pensiones (Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones –AFJP-) y trasvasar el dinero acumulado, unos 23.000 millones de euros, al sistema oficial de Seguridad Social.


La forma en que se produjo la incautación fue la habitual del régimen intimidatorio de los Kirchner; registros y allanamientos en las sedes de las principales AFPJ, incautación de documentación, investigaciones de presuntos fraudes, acusaciones y amedrentamiento a directivos … El patrón de Argentina en estos casos a través del habitual y bien dirigido juez federal de turno. ¡Qué poco valor tienen en Argentina el estado de derecho, la seguridad jurídica y la separación de poderes!


La pauta de comportamiento seguida con las AFPJ, es una aviesa y perversa forma de aparentar que se usan las leyes y los mecanismos de la justicia, cuando lo que se hace es un ejercicio de manipulación retorcida de la misma, que busca la coacción, el poder omnímodo y arbitrario y está en las antípodas de la Justicia en una Democracia, donde además de votar la justicia debe ser independiente del Poder Ejecutivo.


Tras la incautación de los fondos de pensiones a finales del año 2008, las señales de alarma se han encendido de nuevo ante una reducción de las reservas de divisas –que siguen estando todavía en niveles significativamente cómodos-, un déficit público del 2% -con déficit primario-, reducción de las exportaciones, incertidumbres de los precios de los cereales, y la posibilidad de un déficit por cuenta corriente después de muchos años.



Adicionalmente la economía está teniendo un aterrizaje suave. Previsiblemente está ya rozando el estancamiento desde el tercer trimestre de 2012, con una inflación en el entorno del 25%.


En condiciones normales un país con los fundamentales de Argentina podría financiarse con muchísima holgura porque las cifras son muy pequeñas, pero Argentina dista un abismo de ser un país normal, y por nimio que sea el importe no va a encontrar quién se lo preste.


En esta tesitura Argentina ha vuelto a reaccionar con autoritarismo, arbitrariedad y con una vuelta de tuerca más de sus políticas autárquicas; ha incumplido acuerdos comerciales con muchos países, prohibido con excusas pueriles algunas importaciones y ha establecido lo que se ha venido llamando el “cepo cambiario” para disminuir la salida de divisas, y con todo ello reducir las importaciones y restablecer el equilibrio en la balanza por cuenta corriente.


Las declaraciones de la nueva estrella económica argentina Axel Kicillof, Secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo, del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, no dejan lugar a dudas de la “nueva” política (autárquica) de Argentina, que ha declarado que “las restricciones son necesarias para la industrialización”, y otras lindezas como “¿Cómo las divisas que necesito para hacer torres de petróleo se van a gastar en que los sectores más pudientes puedan comprar bienes de lujo?”, “Era siempre lo mismo: se acababan las divisas, devaluaba el gobierno porque abarataba los pesos y encarecía el dólar. Todas esas importaciones se encarecían en proporción a la devaluación”,


Ya tenemos a las claras lo que es el “Modelo K” de la “nueva” economía argentina una autarquía con planificación centralizada del estado; basada en el control de cambios, la búsqueda del equilibrio de la balanza de pagos por encima de todo -para no depender de nadie, aún a costa del incumplimiento de los tratados, acuerdos y convenios internacionales-, la “nueva” industrialización de Argentina a realizar por empresas públicas o privadas apegadas a las nuevas normas -aderezada con la nacionalización de YPF como guinda de esta perorata económica y populista-, el uso de la “justicia” para imponer cualquier imposición por arbitraria que ésta sea, manipulación de las estadísticas, amedrentamiento a los medios de comunicación …


La realidad es que el “modelo K” de la “nueva” economía Argentina no tiene nada de nuevo, ni de innovador, y es sólo un regreso a antiguas políticas económicas autárquicas, que los países tuvieron que ir abandonando por el fracaso evidente de las mismas. Además esta política retro versión “modelo K” lleva consigo un incremento y una nueva vuelta de tuerca en más populismo y autoritarismo, mecanismos a los que en la medida que el experimento siga sin funcionar debe recurrirse constantemente, y cada vez de forma más contundente como los antibióticos a un enfermo que sigue sin reaccionar al tratamiento.


La burda manipulación de la realidad ocurrida con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) después de su intervención a inicios del 2007, con el objetivo de tener unas estadísticas manipuladas y dictadas por el poder político, es una muestra de como funcionaba ya el “modelo K”, un modelo donde toda manipulación es válida para que la aparente realidad sea la deseada. El problema es que por la patología de sus líderes, éstos acaban creyendo que el universo idílico creado artificialmente con datos falsos es realmente la realidad, despotricando contra todos aquellos que tienen algún velo de duda sobre la misma.


UN PAÍS DEPENDIENTE DE LA SOJA (“SOJIZACIÓN”)


Argentina ha tenido en los últimos años un entorno extraordinariamente favorable por su riqueza agrícola. En este periodo los precios de los productos agrícolas han estado, y siguen estando, en máximos históricos y más todavía aquellos relacionados con los biocombustibles.



Argentina, según datos de la FAO de 2010, es el tercer productor mundial de soja -21% de la producción mundial-, quinto de maíz, cuarto de cebada, décimo de trigo, cuarto en carne de vacuno, décimo en caña de azúcar, …


Curiosamente uno de los pocos productos que han sufrido una baja desde 1990 a 2010 fue la carne de vacuno –un 12,7%-, lo que hizo que el Gobierno de Argentina impusiera contingentes a su exportación para reducir el precio en el mercado interno.


Los biocombustibles según Jean Ziegler, relator especial de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, son “un crimen contra la humanidad”. Fidel Castro en su artículo de marzo de 2007 titulado “Condenadas a muerte prematura por hambre y sed más de 3.000 millones de personas en el mundo”, indicaba textualmente “La idea siniestra de convertir los alimentos en combustible quedó definitivamente establecida como línea económica de la política exterior de Estados Unidos”. Los biocombustibles han sido uno de los motores de la economía argentina, y también, en menor medida por su mucha mayor dimensión, de la de Brasil.


El agro argentino es el componente más importante de las exportaciones, alrededor del 55%, por lo que es la fuente de divisas más importante, y uno de los elementos básicos de la recaudación fiscal a través de altísimos impuestos sobre los mismos.




Uno de los detonantes más importantes de los nervios del gobierno argentino y del “cepo cambiario” han sido las primeras muestras de debilidad del precio de la soja, y las inundaciones en la pampa húmeda que han hecho reducir la producción de forma importante, con un efecto estimado en 2012 de pérdida de exportaciones de 1.700 millones de dólares y de recaudación unos 600 millones.


El fenómeno de la “sojización” de la economía argentina se refleja en que ya más del 60% de las tierras de cultivo están dedicadas a la soja “la marea verde” (la relación soja-cereales es ya 70-30), se multiplicó por cinco su producción en 20 años, ha sido el motor de las exportaciones, es uno de los pilares imprescindibles de la recaudación fiscal y un día sí y otro también, las noticias referentes a los precios diarios y futuros de la soja inundan la información económica argentina.


Pero esta “sojización” es también una gran debilidad estructural que amenaza a una Argentina que no puede, porque así lo quiso vehementemente, financiarse en los mercados financieros en caso de vaivenes en el precio de la soja.



Uno de los grandes nubarrones en el horizonte es el cambio de política de los países más desarrollados frente a los biocombustibles, en el caso de Estados Unidos por el enorme incremento en la producción de gas natural de fuentes no convencionales, entre ellas el shale gas, y también de petróleo no convencional. En el caso de la Unión Europea por las presiones de la “catástrofe alimentaria” que está provocando en muchos países pobres el fuerte incremento de los alimentos.



Ha pasado muy desapercibida, aunque acabará teniendo efectos muy importantes, la decisión de la Unión Europea del pasado mes de octubre de reducir la meta de biocombustibles en los carburantes del 10% al 5%, y que buena parte de este 5% sea a futuro mediante una nueva generación de biocombustibles elaborados a partir de cultivos que no sean de alimentos. Varios de los países más importantes de la Unión Europea ya habían rebasado el 5% y se encontraban cerca del 10%.



EL “CEPO CAMBIARIO”.


El cepo cambiario, es la forma de llamar en Argentina a una serie de medidas que se inician en octubre de 2011 y que arrecían a partir de mayo de 2012, y que simple y llanamente persiguen reducir la salida de divisas de Argentina y conseguir el equilibrio en cuenta corriente.


Van desde medidas como las “Licencias no automáticas de importación” entre otras a las empresas, a limitar los dólares que pueden comprar los particulares, recargos del 15% en compras por internet y recargos del 15% en compras realizadas en otros países con tarjetas de crédito. Las medidas a los particulares justificadas en "impulsar el turismo nacional" y que los argentinos “se queden a veranear en el país”.


El cepo cambiario es de facto un control del tipo de cambio Peso-Dólar USA, y así lo ha declarado sin ambages Axel Kicillof, la nueva imagen de la “nueva” política económica argentina.


Estas medidas –el “cepo cambiario”- son en su conjunto la peor de las soluciones por las que podía haber optado Argentina. Hubiera tenido mucho más sentido acelerar la depreciación del Peso Argentino acorde con la inflación que realmente tiene el país, la debilidad que presenta su economía cercana al estancamiento.


Las medidas de Argentina han derivado en todo un mosaico de tipo de cambios adicionales al oficial que además de demostrar la inventiva argentina, acaban representando una tendencia de que el tipo de cambio actual cada vez está más lejos del real.


El más importante el dólar blue, está dando una referencia del riesgo país de lo que se desprende que un tipo de cambio realmente libre estaría entre el de un país que manipula la entrada de divisas –el oficial- y el dólar libre –el blue- que no deja de tener una volatilidad implícita alta, y por encima del tipo de cambio en libre flotación. Los exorbitantes Credit Default Swap –CDS- de Argentina hablan por si mismos de lo que se debe pagar por asegurar una deuda con Argentina –cerca de Grecia-,


Los argumentos de Axel Kicillof para justificar el cepo cambiario no tienen ningún sentido salvo que se interpreten en clave de mayor estatalización de la economía argentina. Decir que “las restricciones son necesarias para industrialización”, es desconocer que sostener incrementos salariales del 25% con escasas variaciones del tipo de cambio Peso-USD va a ir erosionando la competitividad de la industria privada argentina.


Restringir las importaciones a la industria de bienes de capital y bienes intermedios perjudica su competitividad y productividad. La autorización de las licencias de importación además de que implanta la arbitrariedad de la administración es un mecanismo más de que se incremente la corrupción referente a las mismas.


El Gobierno argentino parece no tener en cuenta que aunque la respuesta de los países afectados pueda ser inicialmente tibia, la realidad es que se van acumulando trabas a las exportaciones argentinas y no precisamente las de materias primas, sino a las industriales. Las medidas de México a la denuncia unilateral de Argentina del ACE 55 que ha supuesto un 35% de aranceles a los coches fabricados en México ha sido un incremento de aranceles a los productos argentinos.


El que la mayor parte de los países estén aplicando las normas de la Organización Mundial de Comercio para comenzar en su momento a iniciar las medidas contra las importaciones desde Argentina, por los incumplimientos de Argentina y las medidas no hayan sido de inmediato, le da al país incumplidor una ventaja tramposa durante un lapso de tiempo. La estrategia sólo puede calificarse de cortoplacista, artera y barriobajera.


¿Esta es la forma de industrializar a Argentina? Erosión de las condiciones de la exportación al no trasladar al tipo de cambio los costes internos, impedimentos a la modernización de las instalaciones productivas, trabas administrativas internas, barreras adicionales a las exportaciones argentinas como represalia a las medidas unilaterales de Argentina, …


Aunque el artículo no pretende ser exhaustivo, el “cepo cambiario” también alimenta la inflación, ya que en aquellas mercancías donde se restringen las importaciones de forma directa o indirecta –retrasos en conseguir las divisas-, automáticamente se genera más inflación por el incremento de precios de los fabricantes nacionales.


Respecto al uso de contingentes y de las “Licencias no automáticas de importación”, estas medidas son un privilegio para aquellos que consiguen ser los agraciados, ya que el mayor precio al que se refería el párrafo anterior es un beneficio que se obtiene para el que consigue contingente o la licencia que adjudica el poder ejecutivo, y que no va para la economía de Argentina.


Para el que quiera el detalle de las medidas del “Cepo cambiario” le recomiendo un artículo:


Las 23 medidas que en once meses endurecieron el cepo cambiario:



 
FINANCIACIÓN A TRAVÉS DEL BCRA. POLÍTICA MONETARIA EXPANSIVA


El Banco Central de la República Argentina (BCRA) está presidido por la economista y política Mercedes Marcó del Pont, en lo económico adscrita al Desarrollismo. Empezó su militancia política en el Movimiento de Integración y Desarrollo, un antiguo y pequeño partido con raíces en la Unión Cívica Radical, y acabó en el peronismo en el Frente para la Victoria, alianza que sostuvo la candidatura en 2003 de Néstor Kirchner, siendo diputada por el mismo de 2003 a 2007.


El BCRA, en la presidencia de Mercedes Marcó del Pont, está jugando un papel básico en la financiación del Gobierno argentino, con un rol muy alejado de la independencia que juega el banco central en otros países del Mundo, y con una política poco ortodoxa nada independiente del poder político, sino al revés subordinada absolutamente al mismo.


Alejado de lo que sería la financiación al sistema financiero argentino, que recibe unas cantidades ridículas del BCRA -2.031 millones de pesos al cierre del 2011-, y agotada la financiación que le proporcionó la incautación de los fondos de pensiones a finales del año 2008, el BCRA se ha convertido en el prestamista del Gobierno de Argentina, aún a costa de un fuerte incremento de la masa monetaria que a su vez genera más inflación.



El primer gráfico presenta como en cuatro años se habrá cuadruplicado la financiación del BCRA al Gobierno Nacional, y todo a costa de un irresponsable incremento de la masa monetaria que se habrá multiplicado por algo más 2,5 veces en ese mismo periodo.

Las Reservas Internacionales que más que duplicaban la financiación al Gobierno Nacional al cierre del 2008, ya están muy significativamente por debajo.


Al fuego de la inflación, el Banco Central de la República Argentina para poder sufragar a las finanzas públicas, ha añadido mucho más fuego, retroalimentando de forma irresponsable la inflación.


Las variaciones interanuales basadas en datos del propio BCRA del agregado monetario M2 y de la Base Monetaria Amplia (M4), no dejan lugar a dudas de la consistencia de los datos del propio BCRA con una inflación en el entorno del 25% -lejos de ese 10% que es una de las mentiras base del “Modelo K”-, y la irresponsabilidad de una política monetaria que alimenta la inflación.


La comparación con un país como México de ambas variables resulta muy elocuente, y habla por sí misma.



Creerse que puede ser compatible un incremento de la Base Monetaria Amplia o del agregado monetario M2 en tasas entre el 30% y el 40% anual, con una inflación de casi el 10% es imposible; tan imposible como que sea posible mantener una brecha del 10% al 17% entre la subida de los salarios y la inflación de forma sostenible.


El incremento de los salarios del BCRA es prácticamente la inflación que publican las empresas e instituciones independientes, y esta inflación real es coherente con la evolución de la Base Monetaria Amplia, que en cualquier caso sería irresponsablemente expansiva.


Sólo una mezcla de cinismo, irresponsabilidad, ignorancia y falta de respeto por parte de los gobernantes argentinos es lo que puede pretender –de forma ilusoria- que el pueblo argentino crea unas cifras que ese mismo pueblo percibe como falsas y que sufre día a día por el deterioro de su poder adquisitivo.


Para completar este punto la evolución mensual de 2011 y 2012 hasta mediados de octubre, periodo en el que se ha acelerado la financiación del BCRA al Gobierno Nacional y el incremento de la masa monetaria en circulación es la siguiente:



NULA INVERSIÓN EN INFRAESTRUCTURAS


Si en algo se ha caracterizado el periodo económico de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner ha sido en la ínfima inversión en infraestructura tanto por parte del Gobierno como de la iniciativa privada al carecer ésta de la seguridad jurídica y de mínimos estímulos económicos para rentabilizar las inversiones.


Los primeros años de los gobiernos de los Kirchner la inversión en los servicios públicos fue casi cero por la asfixia a la que se sometió a las empresas a través de la regulación de precios. Argentina fue viviendo, en lo que se refiere a infraestructuras, de lo invertido en la etapa de los gobiernos anteriores a los Kirchner hasta que se han ido presentando problemas de suministro eléctrico, de gas, …


El saldo negativo por petróleo y gas en 2011 fue de 3.029 millones de dólares, derivado de una suave bajada de la producción, un importante incremento del consumo, y el nulo crecimiento en la capacidad de refino lo que provocó que el valor unitario de las importaciones sea muy superior al de las exportaciones. Argentina ha pasado de exportador de gas natural a ser importador neto con un saldo negativo de 3.000 millones de metros cúbicos en 2010, … y creciendo.



No menos desalentadora es la situación en energía eléctrica; desde el 2002 el crecimiento de la capacidad instalada ha sido sólo del 18% y en cambio el consumo ha crecido un 47%, con importaciones netas.

Para conseguir no caer en el problema que se avecinaba en 2008 de desabastecimiento eléctrico ENARSA (Energía Argentina S.A.) empresa pública creada a finales de 2004 por la administración de Néstor Kirchner, ha tenido que invertir en plantas de generación con gasoil/diesel (generación distribuida) y turbinas de gas en ciclo abierto, lo que es una forma de generación muchísimo más cara, ineficiente y contaminante que un crecimiento a través de ciclos combinados de gas, además se han vuelto a usar plantas ineficientes técnica y económicamente de fuel oil. Todo ello por un grave error de planificación, disparándose el consumo de fuel oil y gas oil para generación de electricidad, y con ello el déficit de derivados de petróleo; también se han disparado los precios de la electricidad –para financiar a ENARSA- y las subvenciones al consumo de energía eléctrica para una parte de los consumidores.



La inversión en infraestructuras es un cuello de botella de la economía argentina porque ni el Gobierno tiene capacidad para acometerlas, ni la iniciativa privada las va a realizar por las escasas –por no decir nulas- posibilidades de rentabilizarlas, la falta absoluta de financiación, y la falta de seguridad jurídica cuando no un clima de acoso desde el poder.


La política de precios controlados de los servicios públicos ha provocado además de una inversión ridícula en infraestructuras, falta de mensajes económicos adecuados sobre el valor de los precios de algunos artículos como el gas sin que se fomente la eficiencia y el ahorro. Cuando se ha requerido revertir la situación, se ha producido un incremento de las subvenciones por parte del Gobierno, subvenciones que cuando se otorgan es casi imposible eliminarlas con posterioridad.


Las perspectivas futuras en el área de infraestructuras es francamente mala; el gobierno argentino no tiene capacidad presupuestaria para acometerlas, no puede endeudarse para acometerlas por todo lo comentado anteriormente la iniciativa privada nacional no las va a acometer, y pensar en la inversión extranjera en un rubro de tan largo plazo es una quimera.


ARGENTINA. ESPIRAL DE AUTOTARQUÍA, POPULISMO Y AUTORITARISMO


La Autarquía del “Modelo K” no es más que la cara económica de lo que ha sido el Modelo K en su vertiente política, caracterizada por el Populismo y el Autoritarismo de quien pretende aferrarse al poder a cualquier precio.


Casi no se ha comentado que el fallecido Néstor Kirchner, una vez que fue Gobernador de la provincia de Santa Cruz por primera vez en 1991, promovió en 1994 y en 1998, impulsó reformas en la constitución provincial, que incluyeron la posibilidad de reelección indefinida del gobernador.


¿Alguien duda a estas alturas de que Cristina Fernández de Kirchner tiene estas mismas intenciones?


Del autoritarismo y de la utilización artera, abyecta y aviesa de los resortes del poder son sabidas las múltiples veces en que se usan jueces federales “independientes”, se interviene, se allana la propiedad privada, se coacciona y procesa a las personas, y “siempre” aparecen indicios –cuando no pruebas- de hechos fraudulentos. El año 2005 durante el Gobierno de Néstor Kirchner por una juez el propio Partido Justicialista.


Lo mismo puede decirse del uso sesgado de la Administración Federal de Ingresos Públicos donde, sin vacilaciones, se blande como arma arrojadiza el terrorismo fiscal.


El poder político de Néstor Kirchner levantó una serie de fortunas en la parte privada, los llamados Empresarios K, que ahora están desconcertados porque parece que ya no cuentan en la aceleración estatalista de la economía argentina de los favores y prebendas que tuvieron durante nueve años. Es pronto para hacer cábalas, pero viendo la deriva de otros regímenes autoritarios de Latinoamérica –que no han dejado de tener “empresarios” cercanos-, lo que puede estarse produciendo es su sustitución por personas con mayor afinidad y empatía a Cristina Fernández y sobre todo a su nuevo entorno.


Conviene pararse a repasar lo que los cables de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, en un lógico análisis de la realidad argentina decían de los Kirchner. “Paranoicos del poder”, “ácidos”, “impermeables al consejo ajeno”, “ineptos en política exterior”. El estilo K es “errático y caracterizado por la tensión extrema en el corto plazo”. Néstor Kirchner tenía “dos caras”, como el “Dr. Jekyll y Mr. Hide” de Stevenson: una “populista” y otra “pragmática”. Sus “simpatías por la izquierda” estaban “completamente subordinadas a sus intereses políticos y sus ambiciones personales”. “Kirchner (Néstor) no es un genio perverso, es sólo un perverso”. “Psicópata, monstruo y cobarde, que en la búsqueda de la confrontación política esconde una profunda inseguridad y un sentimiento de inferioridad” … Envidia extrema a Lula, salud, ...


El que Wikileaks haya publicado esta información, que hay que insistir está dentro de lo que sería exigible a un buen servicio diplomático, nos ayuda a acercarnos al Autoritarismo del Modelo K. Voracidad insaciable por el poder a cualquier precio y por cualquier medio.


El voto a los 16 años es uno de los últimos ejemplos, donde no importaba realmente la medida, sino lo que decían las encuestas de la popularidad de Cristina Fernández en los jóvenes y adolescentes argentinos, votantes de próximos comicios.


Hay una anécdota del narcisismo y altanería histriónica de Cristina Fernández –que no está suficientemente contrastada-, al respecto de que cuando le dijeron que los chinos llaman a China Zhongguo "el centro de la civilización o del mundo", Cristina Fernández de Kirchner dijo que no tenía problemas porque Argentina es el centro del Universo.


Respecto al Populismo estamos hablando de una obviedad que en el Modelo K llega al Paroxismo, en donde las subvenciones, la financiación de piqueteros, disputas dentro de la CGT entre el sector opositor y el oficialista, … , la justificación del Modelo K acaba siendo sólo el pueblo, y ese mismo pueblo es el que debe defender el Modelo K contra el ataque insidioso y despiadado de los poderes fácticos …



LA ECONOMÍA JUEGA EN CONTRA DEL “MODELO K” … MÁS AUTORITARISMO Y POPULISMO


Argentina, con la economía estancada, con el riesgo de que la dependencia de la soja (“sojización”), pudiera caer en la recesión, y huérfana de todo auxilio financiero, al haberse convertido, por voluntad propia y vehemente, en un país paria de la comunidad financiera internacional en su conjunto –países, instituciones e inversores- e incumplidora recurrentemente de sus compromisos, la debilidad actual de la economía argentina es evidente ante cualquier pequeña oscilación.


Es un país en el que nadie cree en sus estadísticas de inflación, ni siquiera buena parte de los simpatizantes de Cristina Fernández. La inflación en tasas superiores al 25% con una economía plana es un cóctel explosivo de creación de más pobreza y desigualdades que va a incrementar –ya lo está haciendo- el descontento social.


Las medidas tomadas –el “nuevo” Modelo K- son sólo cortoplacistas y una vuelta de tuerca más de medidas autárquicas, que no funcionaron en ningún país en el pasado y que no van a funcionar en el futuro, aunque le den una prórroga de supervivencia en el presente.


La respuesta al descontento social va a ser más populismo y más autoritarismo, azuzando el fantasma interno de los poderes fácticos que quieren arrebatar el poder al pueblo impidiendo el progreso del Modelo K. Más subvenciones, clientelismo, arribismo, mayores prebendas desde el poder, … , más confrontación y división social azuzadas por el poder para sólo defender su propio poder, usando como excusa al Pueblo.


Los ataques a empresas privadas, mayor estatalización y el uso particular ya mencionado de la “Justicia K” y de la AFIP podrían incrementarse en la carrera por aferrarse al poder. Ataques a los medios de comunicación –en legítima defensa al sentirse atacado el poder, claro-, ... Manipulación de la información proveniente del INDEC y otros entes oficiales.



La deriva de Argentina desafortunadamente puede entrar en una espiral donde Autarquía (Populismo) y Autoritarismo son las caras de la misma moneda, la del Modelo K aferrándose de forma paranoica al Poder.

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